Propiocepción

21.03.2024

¿Eres deportista y quieres evitar lesiones? ¿Has tenido algún esguince y notas la articulación "poco estable"? ¿Te han recomendado alguna vez que tendrías que hacer trabajo de propiocepción para tu lesión? Los que apostamos por la prevención / recuperación activa de las lesiones, apostamos para que el paciente tome las riendas de su tratamiento, siempre muy informado y pautado. Por eso apostamos por el trabajo de propiocepción.

La propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cuerpo para sentir las diferentes partes de nuestro cuerpo, su posición, grado de estiramiento, el movimiento, etc. ("Propio-": un mismo, "-*cepción": conciencia). Si cierras un momento los ojos y te concentras. ¿Sabes decir cómo estás colocado?, ¿qué postura tienes?, ¿dónde está tu mano derecha, o tu rodilla izquierda?, ¿verdad que sí?. Este es el sistema propioceptivo.

Es un sistema presente en nuestro cuerpo que trabaja de manera automática, pero que muchas veces es necesario entrenar, sobre todo ante la presencia de lesiones o como prevención de estas.

Está formado por diferentes receptores situados en nuestros músculos, ligamentos y articulaciones que envían la información a nuestro sistema nervioso central, para que el cerebro procese esta información y elabore la respuesta más adecuada. Por lo tanto, es un sistema involuntario, nosotros no lo controlamos, pero sí que podemos ejercitarlo para que esta respuesta sea más rápida y eficaz.

Este tipo de ejercicios los utilizamos sobre todo cuando se produce alguna lesión que implica algún ligamento, por ejemplo, el caso más típico es el de un esguince de tobillo o de rodilla. En este caso, después de la lesión, el sistema propioceptivo también se ve alterado y tenemos que trabajarlo para "fortalecer" esta articulación y evitar recidivas posteriores (los famosos esguinces "mal curados"). También es útil en caso de inestabilidad de la articulación, por ejemplo, después de un traumatismo en el cual esté implicada la articulación del hombro y esta quede inestable.

Otro ámbito en el cual utilizamos este tipo de tratamiento es para prevenir lesiones en el campo deportivo, haya una lesión previa o no. Según el gesto deportivo habitual es más probable sufrir una lesión en una zona o en otra. El objetivo es fortalecer/preparar la zona más susceptible de lesión para intentar que esto no pase. Por ejemplo, un corredor tendrá que fortalecer los tobillos y las rodillas, mientras que un jugador de balonmano será muy interesante también trabajar la propiocepción de su hombro y cintura escapular.

Haciendo un trabajo continuado de este sistema conseguimos que el tiempo de respuesta de nuestro cerebro ante un cambio brusco de posición en alguna de nuestras partes del cuerpo sea más corto, por lo tanto, rectificamos antes la posición y esto evitará en muchos casos que la lesión llegue a producirse. Por ejemplo, si vas corriendo y pisas sin darte cuenta un bordillo o una piedra reaccionarás antes a este imprevisto y podrás evitar un esguince o una caída. El mismo caso lo tenemos a nivel muscular, puesto que ante un imprevisto el músculo puede responder con un espasmo que nos proteja la zona de una lesión mayor.

Además, trabajando la propiocepción también conseguirás mejorar la postura y el gesto deportivo que estés practicando, lo cual nos lleva a menos dolores y a una mayor eficacia en la ejecución.

Consulta a nuestros terapeutas y te ayudaremos a conocer y entrenar mejor tu sistema propioceptivo.

Te esperamos,